jueves, 27 de mayo de 2010

Pragmáticamente de Izquierda.

Hace un par de semanas Pancho Díaz, a quien estimo mucho, ha escrito un articulo llamado “Orgullosamente Progresista” (en El Quinto poder) que, a mi entender, da en el clavo en cuanto a una definición, aunque no clara ni distinta, de lo que es el progresismo, y desde el cual me he afirmado para hacer una reflexión acerca de la dicotomía Izquierda V/S Progresismo, como marco conceptual de análisis para una transformación social, que es, en ultimo termino, el tema de fondo.

Partamos de la idea de que la discusión de la forma lingüística representa una forma de entender dicho proceso, dicha transformación y las implicancias de ésta. De otra forma, si creemos en que “el lenguaje construye realidades” la discusión lingüística acerca del ser Progresista o de Izquierda toma relevancia en cuanto a las transformaciones que esperamos generar, y no así en la validez o importancia del concepto en sí.

En este sentido cabe preguntarse ¿Por qué aparece el concepto “progresista”, si existe el concepto de “Izquierda”?, y lo que es más ¿Por qué deberíamos cambiar el segundo por el primero? Y como en cada choque conceptual, podemos atribuir este a un “desgaste”, o “insuficiencia” de uno, que permite la aparición del otro.

Así mismo la aparición de una ideología, de un conglomerado político, un Ethos o una “verdad”, desplaza a otra, si y solo si la primera tiene un desgaste o una insuficiencia. Es así como un gobierno es desplazado por otro, y de eso algo sabemos.

Sin embargo acá nos encontramos con las opciones. Si un concepto ha encarnado las derrotas, las corrupciones, los antivalores, tenemos la posibilidad de Reinventarlo de rearticularlo, de alguna forma de limpiarlo; y no necesariamente cambiarlo, eso seria pensar que la concertación debería desaparecer porque perdió las elecciones.

Por otra parte la “insuficiencia conceptual” requiere que el nuevo concepto sea “suficiente”, y ¿cual es la suficiencia del Progresismo? A mi entender el Pragmatismo.

Como, a mi entender, bien define Pancho un elemento central del progresismo es el pragmatismo, es la relación entre la realidad y la posibilidad de transformarla, es el equilibrio entre lo posible y lo ideal, entre los valores y la puesta en practica de ellos.

El concepto “de Izquierda” surge desde sus inicios en el plano de la acción política, y se ha erguido como un concepto de acción política. Es más, durante años fue la alternativa para quienes pensaron en un mundo distinto, y fueron muchos y de diversas variantes quienes desde este concepto articulan marcos conceptuales, y estratégicos de desarrollo, si hay algo propio de la “Izquierda” es la idea de proceso. ¿Cómo podría pensarse en éste sin el análisis de la realidad y la posibilidad de cambiarla? ¿Sin el equilibrio entre lo posible y lo ideal? ¿Es que acaso la “izquierda” piensa en magia?
Da la sensación que el pragmatismo al que hace referencia el Progresismo es más que una articulación de fuerzas, es una articulación de conveniencias, es “la Justicia en la medida de lo posible”

Es la transformación en la medida en que no cambie lo establecido, en la medida que no nos molestemos, es justamente la política de los acuerdos, la oposición constructiva que la derecha exige por estos tiempos. El Gatopardo.
En este sentido lo “Pragmático” es justamente lo menos pragmático del mundo. ¿Qué sacamos con avanzar veinte años si podemos retrocederlos en cuatro? Y con esto no me refiero a la necesidad de volver a la moneda, para nada. Si volvemos a hacer lo mismo podemos estar veinte años mas sin asentar las bases de una transformación permanente, pero ¿Qué es lo permanente?

Los valores, la forma de entender y ver el mundo, la igualdad, el respeto por los trabajadores, por los movimientos sindicales, por la construcción política colectiva, la honestidad, el cariño por lo que se hace. Todas aquellas cosas que el mal pragmatismo pretende poner detrás de la contingencia, detrás de la carrera por el poder. Las cosas por las cuales en las elecciones pasadas se nos ha pasado la cuenta.

La relevancia de la disyuntiva conceptual está puesta en lo que para cada uno es relevante para construir la sociedad que quiere. Y en ese sentido es probable que “el izquierdismo” tenga muchas cosas que mejorar, pero contiene la visión de ser humano que pretendo ser, El que cree que si algo es injusto hay que cambiarlo, el que piensa en que hay cosas que no se hacen, el que piensa que la política es con llorar, que el maricón es maricón auque avise.

He ahí lo trascendente de la discusión. Entre el Progresismo y la Izquierda existe una declaración de intención, que va mas allá de los Tecnicismos, va mas allá de la disputa por el poder, se mueve en el plano de lo que queremos hacer con él y cuales son las líneas estratégicas para conseguirlo. De esta forma pone los énfasis en la Educación o la Economía, en la Política o en la Técnica, en la esencia o la forma, etc.

En algunas ocasiones apariciones conceptuales confunden pretendiendo que todo es lo mismo, lugar en que la política desaparece, y somos incapaces de distinguir diferencias entre bloques opositores. Algo de eso hemos visto en la defensa de cargos “técnicos” que antes de la derrota eran “políticos”.

Por eso orgullosamente soy, y me reconozco, de Izquierda. Los cómodos sillones me hacen doler la espalda.

Victor Acuña Jiménez

Texto para: http://vacunaparalosciegos.blogspot.com


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