lunes, 31 de enero de 2011

Escalofriante Entrevista a Marcola, Capo de la Mafia Brasileña



En Mayo del 2007, en entrevista al medio Televisivo O Globo del Brasil, Marcos Camacho, más conocido por el sobrenombre de Marcola, máximo dirigente de una organización criminal de Sao Paulo (Brasil) denominada Primer Comando de la Capital (PCC), nos muestra una aproximación ser el futuro de la delincuencia común en América Latina.

O Globo: ¿Usted es del PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL (PCC)?

Marcola: Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía… ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre "la belleza de esas montañas al amanecer", esas cosas…

Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social.

O Globo: Pero la solución sería…

Marcola: ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de "solución" ya es un error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una "tiranía esclarecida" que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta "conference calls" entre presidiarios…)

Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

O Globo: ¿Usted no tiene miedo de morir?

Marcola: Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes.

La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común.

¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país.

No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.

Está delante de una especie de post miseria.

La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes.

O Globo: ¿Qué cambió en las periferias?

Marcola: Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio… Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, ¿entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y "colocado en el microondas".

Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes.

Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en "super stars" del crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos "globales". Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros "clientes". Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos. (¡MENUDO COMENTARIO WOW!)

O Globo: ¿Pero, qué debemos hacer?

Marcola: Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a "los barones del polvo" (cocaína)! Hay diputados, senadores, empresarios, hay ex presidentes en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata?

No tienen dinero ni para comida de los reclutas. Estoy leyendo "Sobre la guerra", de Klausewitz. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?

O Globo: Pero… ¿No habrá una solución?

Marcola: Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la "normalidad". No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: " Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno".


Después de una fuerte Polémica, se ha sostenido por algunos que esta entrevista sería Ficticia, Ver articulo Acá. Sin embargo, lo interesante para mi es la coherencia del discurso, mas que su veracidad.


jueves, 6 de enero de 2011

La agonía de la Concertación: Un problema Ideológico





Uno de los análisis mas claros que he leído respecto a las ultimas encuestas viene, justamente de la trinchera de enfrente, desde las letras de Gonzalo Arenas, Diputado UDI, en el articulo La Agonía de la Concertación, publicado en el Mostrador.

En este artículo el foco de atención se encuentra en los grandes números, siempre pensando en la repartición futura del poder, económico y político, del Estado. Es por ello que este análisis se centra en explicar y consolidar la derrota de la concertación como un echo cristalizado en los números. Así, despejando la paja del trigo, y sacando la propaganda, indica La actual crisis de la Concertación se basa en una izquierda que no se siente cómoda en ella y en un centro que mira con buenos ojos a las actuales fuerzas de gobierno.”, sin esconder, además, las pretensiones de que: “una vez completada la renovación real de la dirigencia DC, podrán llegar a acuerdos importantes con los representantes del centro político chileno”.


Desde estas dos frases, Arenas, lee desde los números una situación que sabemos que ocurre hace un tiempo, pero que no queremos ver. La mirada de una parte de la Concertación no se diferencia de la de la Alianza, y la otra, la de izquierda, No se encuentra representada en el Conglomerado.

Estos elementos no son novedosos, desde los muestreos mínimos de las conversaciones familiares hasta la aparición de los díscolos, la militancia Concertacionista sabía que el tema de fondo es Ideológico, aunque ya hace rato que asusta profundamente esta palabra.

Es Ideológico, o si se quiere eminentemente político, porque tiene que ver con la mirada acerca del mundo, una ética, un sentir, una forma de hacer las cosas, que por todos medios se ha tratado de desviar, de no definir, de homogenizar, durante nuestra historia reciente.

Durante Veinte años se ha hablado de un arcoiris en el que cabían todos, que era tolerante y diverso, sin embargo se transformó en una diversidad homogenizante, que cada día se indiferenció de la mirada del adversario, hasta que dio lo mismo quien Gobernara. Aunque el Slogan de campaña digiera lo contrario.

Sobre los Presidenciables y el Gobierno, ya se ha dicho algo, y en realidad importa poco, los números dan para todo, y honestamente Piñera ha profundizado, sin límites por cierto, conductas y políticas instaladas por la Concertación, con lo cual se fortalece la idea de que acá hay un problema ideológico.

En la Encuesta CEP, al preguntar por las causas de la pobreza nos encontramos con que, si bien la mayor parte de las personas habla de la Educación (54%), las siguientes menciones en relevancia son: La flojera y falta de iniciativa (49%) y Los vicios y el alcoholismo (30%). Por otra parte cuando se pregunta por las causas de que haya personas que tienen éxito económico. Se repite la tendencia que menciona primeramente el Nivel de Educación Alcanzado (46%), para que todas las demás menciones se enfoquen a características individuales como : Iniciativa personal (46%), Trabajo responsable (36%), etc.

Lo terrible es que la gran mayoría de los que contestan las encuesta, según muestreo, son precisamente pobres, con lo que queda de manifiesto un prejuicio que rompe con la realidad inmediata, puesto que seguramente casi nadie que contesta esta encuesta piensa de si mismo la flojera o falta de iniciativa, probablemente tampoco lo piensa mucho de su familia, tal vez la del vecino, o ese de mas allá que no tiene cara.

Por lo demás existe en ellos la ilusión de que la iniciativa y un trabajo responsable pudiese transformarlos en personas exitosas, como si se pudiese trabajar más de las diez horas, que son las mínimas que las personas pasan entre sus trabajos y el transporte hacia ellos. O bien, como si hubiese un “trabajo”, como fuerza de trabajo, que pagara cientos, o miles, de millones al día.

Así, la misma encuesta, indica que la mayoría cree que: debería premiarse el esfuerzo individual aunque se produzcan importantes diferencias de ingresos”, o que la principal responsabilidad por el sustento económico de las personas está en las personas mismas”, en oposición al Estado. Preguntas tendenciosas, mal construidas, pero que indican una valoración simbólica.

Todos estos elementos son los verdaderos triunfos de la Derecha, son los que permiten que hoy gobiernen, y probablemente mañana también, porque responden a su mirada del mundo. La derecha ha sido capaz de instalar en la población común su marco valorativo de las cosas, su mirada acerca del mundo, les ha traspasado sus ilusiones, y a veces abiertamente sus engaños.


Ahora no hay que equivocarse, esto no es merito solo de la derecha, este es un proceso que se ha dado a largo plazo, en el que el triunfo de Piñera es solo una manifestación. Este proceso se dio en los gobiernos de la Concertación, también en el gobierno de Bachellet, porque no han creído en una mirada más trasformadora que lo que la pragmática permite, que siempre es poquito y “en la medida de lo posible”.

La concertación no da cuenta de que ellos tienen una mirada hibrida que no se diferencia que la de su adversario. No tiene una mirada de mundo, porque no cree más que en el mundo que le toco vivir. Mira con desconfianza a los morochos del Barrio como Venezuela, Ecuador, Uruguay, Bolivia, y el demoníaco Cuba. Su sino es la desesperanza, y el haber abandonado la transformación social por cómodos sillones, pensaron que nunca dejarían, aunque muchos de ellos no los dejaron (Mire a Cortazar en directorio de C13, Mire a Ravinet).

El diputado Arenas tiene razón la crisis de la Concertación se basa en que la gente de izquierda quiere un conglomerado político que actue en consecuencia, que defienda a los trabajadores, aunque no convenga(nunca conviene), que quiera transformar el modelo aunque genere inestabilidad (siempre la genera), que cuide el planeta y el patrimonio aunque sea malo para los negocios (siempre también lo es), etc. Etc. Que tenga una mirada propia y diferenciada de la derecha, una mirada de izquierda.

El diputado Arenas tiene razón hay un centro político que mira con buenos ojos a las actuales fuerzas de gobierno, porque entiende que hacen lo mismo que los otros y piensan que lo pueden hacer mejor. Mas que mal, se les ha enseñado hace mas de treinta años, a mirarse el ombligo y a rascarse con sus uñas.

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